La ordenanza establecía crear dársenas de ascenso y descenso en Beruti y la costa. El intendente argumentó que la norma era poco clara. "Había un logro y decidieron que fuera para atrás", lamentó la presidenta del Consejo Municipal de Discapacidad. Funcionarios prometieron que volverán a impulsar la propuesta.
El intendente Carlos Arroyo resolvió vetar una ordenanza por la que el Concejo Deliberante dispuso establecer cuatro dársenas de ascenso y descenso para personas con movilidad reducida en Beruti y la costa, con el propósito de facilitar su acceso a la playa.
La sorpresiva decisión, justificada con el argumento de que la iniciativa no contaba con información “clara sobre la ubicación y dimensiones del mencionado espacio”, causó rechazo en diversos sectores, que reprocharon la falta de voluntad del gobierno para subsanar ese supuesto inconveniente.
“Había un logro y decidieron que fuera para atrás“, lamentó la presidenta del Consejo Municipal de Discapacidad, Silvina López, quien consideró que en vez de dejar sin efecto la medida el Ejecutivo bien podría haber “mejorado su implementación”.
Al tomar conocimiento del veto, López mantuvo en las últimas horas contactos con distintos funcionarios, entre ellos con el presidente del Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado, Pablo Simoni, uno de los firmantes del decreto que dejó sin efecto la medida.
“Me explicó que la idea no era perjudicar a nadie y que se iban a poner a trabajar para volver a impulsar esta propuesta la semana que viene“, aseguró.
López deseó que el funcionario “cumpla con ese compromiso” ya que el proyecto “tiene gran importancia” para garantizar el derecho de las personas con discapacidad a acceder a la playa.
Según explicó la propuesta de crear dársenas para el ascenso y ascenso de personas con movilidad reducida partió de los “guardavidas de Perla Norte, quienes desde hace años hacen todo lo posible para asegurar que esa sea una playa accesible“, logrando que ese espacio “se haya transformado en uno de los que más se pueden disfrutar desde ese punto de vista”.
La ordenanza vetada por Arroyo había sido sancionada por el Concejo Deliberante el 7 de diciembre.
El texto establecía destinar “un espacio en la vía pública para el ascenso y descenso de personas con dificultades para su traslado en la intersección de la calle Beruti y la Avenida Félix U. Camet”.
En la norma se disponía que el Departamento Ejecutivo “a través de sus dependencias competentes, establecería la dimensión del espacio y las características de la señalización horizontal y vertical del sector”.
En la propuesta original, quienes habían realizado el pedido habían solicitado, concretamente, la creación de cuatro dársenas.
El veto de Arroyo se produjo algunos días más tarde, con el argumento de que el informe elaborado por el Departamento de Ingeniería de Transito no determinaba de una manera “clara la ubicación y dimensiones del mencionado espacio”.
En el decreto el gobierno aseguró no oponerse a la medida, pero insistió en que “la documentación obrante en el expediente” resultaba “insuficiente” por lo que consideró necesario que Ingeniería de Tránsito “emita un nuevo informe”.
López lamentó que esos aparentes problemas no hayan podido ser subsanados de otra manera.
“Lo podrían haber hecho bien desde un principio o haber hecho las correcciones necesarias sin necesidad de aplicar un veto”, razonó.
“Ante el reclamo ahora recibimos el compromiso de que esto se va a solucionar pronto y esperamos que sea así”, concluyó.